Edgar Cayce: El Médium Sanador

Imagen/Pixabay

 

Cuando hablamos de médiums por lo regular, viene a nuestra mente la imagen de alguien que contacta con los espíritus, alguien que puede materializar ectoplasma o cierta energía que proyecta el rostro o el cuerpo de un espíritu como sucedía con Eva Carriére o levitar como Daniel Dunglas Home. Esta perspectiva que tenemos sobre los médiums ha creado la idea de personas con capacidades que pueden parecer fantásticas y totalmente alejadas de la realidad, por lo que con el tiempo y con la ayuda de infinidad de charlatanes se le ha restado veracidad e importancia a la mediumnidad.

 

Edgar Cayce (1877-1945) fue un médium excepcional. Nacido en Hopkinsville, Kentucky en los Estados Unidos; desde pequeño causó asombro en sus padres con sus inexplicables habilidades. Se dice que en una ocasión, cuando era niño, se encontraba leyendo un libro y de pronto escuchó una voz que le decía que pusiera el libro bajo su cabeza antes de dormir, al siguiente día su padre se dio cuenta de que había aprendido todo el contenido del libro tan solo con el hecho de usarlo como si fuera una almohada.

 

Edgar Cayce en 1910

 

Aunque Edgar ya manifestaba tener ciertos dotes paranormales desde su infancia, fue hasta la edad de 15 años cuando recibió un fuerte golpe en la cabeza con una pelota de béisbol que lo dejó al punto del desmayo que sus facultades se vieron magnificadas. Al momento en que cayó al piso a causa de aquel golpe Edgar entró en una especie de trance y dio instrucciones a su madre para que lo curara de su lesión. A partir de entonces cada vez que enfermaba, lograba sanar con el uso de la autohipnosis, convenciendo a su cuerpo de que podía restablecer su salud eliminando aquello que lo había acercado a la enfermedad.

Durante su juventud mencionaba a las personas que tenía la capacidad para ver sus auras y que además podía comunicarse con los difuntos, lo que quizás al principio resultaba increíble para muchas personas que lo llegaron a considerar un lunático. Con el tiempo fue ganando la confianza de la gente que por montones acudían a el para que los ayudara a curar sus males. 

Cayce demostraba tener conocimientos médicos avanzados en estado de trance a pesar de no haber continuado con sus estudios, se dice que era capaz de identificar las enfermedades de personas que nunca había visto haciendo diagnósticos precisos, y de la misma forma sabia cuales eran los medicamentos que le ayudarían a recuperar la salud. Sus curaciones no solo las aplicaba a otras personas, se dice que su esposa y su hijo también fueron sus pacientes; su fama llegó a oídos del alcalde de Hopkinsville quien le pidió que curara a su pequeña hija que sufría convulsiones como secuela de una fuerte gripe, al final logró tener éxito y la salud de la niña volvió a la normalidad.

La manera en como Cayce recibía la información mediúmnica para sanar a los demás era por medio del propio inconsciente de quien lo consultaba y por otro lado a través los registros Akásicos, estos registros se definen como una especie de biblioteca cósmica en la que se pueden ver imágenes de todo lo que ha ocurrido, lo que está ocurriendo y lo que está por venir. Con esta habilidad, Cayce lograba saber quien había sido una persona en su vida pasada e incluso cual sería la profesión de un niño recién nacido, situaciones que según testigos se llegaban a comprobar.

Sus facultades como vidente lo convirtieron en uno de los más renombrados profetas de nuestro tiempo, entre sus predicciones se cuenta el inicio y el final de la segunda guerra mundial, el asesinato de John F. Kennedy y la fecha de su propia muerte. Por ello es conocido como "El profeta durmiente"debido a que realizaba sus predicciones en ese estado de trance en el que parecía estar dormido.