La posesión de Clara Germana Cele
Desde un punto de vista médico, la posesión demoníaca se considera una de las formas del trastorno disociativo (de conversión) que antiguamente se denominaba histeria. Se codifica en la clasificación internacional de enfermedades mentales (CIE) de la Organización Mundial de la Salud como F-44.3 trastorno de trance o posesión o como F-44.81 trastorno de personalidad múltiple; también se halla incorporado en el Manual de Diagnóstico y Estadística en su cuarta versión (DSM-IV). Comúnmente se le denomina «demoniopatía» o «demoniomanía» y se describe como la creencia del paciente de estar poseído por una divinidad o demonio, y de obrar bajo su control.
A pesar de la opinión y la definición que la ciencia ha dado a lo que conocemos como "posesión demoníaca", se han registrado casos que por sus características y los relatos de testigos presenciales nos hacen pensar que este fenómeno no está muy lejos de ser algo real. Un ejemplo de ello es el conocido caso de Clara Germana Cele, una joven misionera sudafricana que fue poseída por una entidad desconocida, según varios testigos de la misión a la que pertenecía.
Clara nació en Sudáfrica en el año 1890, no hay datos claros acerca de sus padres, se dice que quedó huérfana desde pequeña y fue bautizada cuando aún era bebé.
Según se dice que cuando tenía dieciséis años confesó haber hecho un pacto con el diablo durante una misión evangelizadora en su país, lo que le llevaría a experimentar cambios drásticos en su conducta, así como extraños sucesos descritos por varias de las personas que la conocían.
Se decía que Clara podía hablar varios idiomas que ella nunca aprendió, un fenómeno conocido en parapsicología como Xenoglosia, del cual hemos hablado ya hace algunos años en nuestro podcast.
Según la declaración de una monja, Clara también tenía la capacidad de clarividencia, al dar a conocer secretos de personas con las que no había tenido contacto previo; además, varias monjas decían haber sido arrojadas y golpeadas por la joven con una fuerza descomunal.
Otra de las monjas asistentes de la Misión de San Miguel en Sudáfrica decía que emitía gritos desgarradores y feroces que no se asemejaban a los de ningún animal salvaje, tal y como lo dejó escrito:
"Sus gritos eran muy aterradores y extraños, no se comparaban a los de ningún animal. Ni los leones del este de África se escuchaban de esa forma, era como si una manada de bestias salvajes orquestadas por Satanás hubieran formado un coro infernal."
También decían algunos, que la joven levitaba a metro y medio del suelo y que lograban sacarla de dichos trances cuando le rociaban agua bendita. De hecho se dijo también que cuando el agua bendita tocaba su piel se secaba de manera inmediata, situación que no sucedía con el agua corriente.
Clara Germana Cele |
El sacerdote Erasmus Horner, a quien Clara había confesado sobre su pacto con el diablo, fue asignado para iniciar el ritual de exorcismo después de que la muchacha tuvo sus primeras señales de posesión demoníaca.
Fue el 20 de Agosto de 1906 cuando las monjas que se encontraban cuidándola dijeron haber visto como se desgarraba las vestiduras mientras hablaba con seres invisibles para ellas, y por momentos emitía gruñidos como de animales.
En otra ocasión, una de las monjas que estaba rezando cerca de la cama en donde Clara se encontraba, fue atacada y recibió una mordida de la muchacha que le dejaría una marca de colmillos semejantes a la mordida de una serpiente. Ante estos hechos, el padre Erasmus apoyado por el rector de la misión, el padre Mansuet, realizaron el ritual de exorcismo que duraría casi dos días.
Finalmente, se dijo que el demonio había sido expulsado después de que se manifestara otra aterradora levitación de la joven de la que fueron testigos decenas de personas en la capilla de la misión. Sin embargo, ahí no había terminado todo, ya que en enero de 1907 tuvo que ser exorcizada por segunda ocasión, con lo que terminaron los extraños sucesos.
Quizás aquella experiencia que sufrió Clara Germana tuvo un fuerte impacto en su corazón, tal y como algunos sacerdotes exorcistas padecen al ser participes de estos eventos. La muchacha murió a los 22 años por insuficiencia cardíaca.
Existen varios casos registrados en la historia sobre "posesión demoníaca" que son considerados como casos reales. Ya publicaremos sobre ellos en otra ocasión.