La Muerte de Euronymous y el Nacimiento del Mito en el Black Metal


En la madrugada del 10 de agosto de 1993, en un departamento de Oslo, Øystein Aarseth —mejor conocido como Euronymous, guitarrista de Mayhem y figura central del Black Metal noruego— fue asesinado a puñaladas por Varg Vikernes, bajista de la banda y líder de Burzum. La noticia recorrió el mundo como un relámpago macabro, dos músicos oscuros, un crimen sangriento, y una escena musical que parecía tan peligrosa como la imaginería que pregonaba.

Treinta años después, la historia sigue contándose en documentales, libros y foros. Pero lo que nos interesa aquí no es solo el hecho criminal, sino su dimensión simbólica, la tragedia que transformó al Black Metal de un movimiento underground en un mito universal.

 

Más allá de la sangre: el contexto del Black Metal noruego

En la Noruega de principios de los 90, el Black Metal no era un género cualquiera. Era un grito de rebeldía contra el cristianismo que había borrado siglos de paganismo nórdico, un desprecio abierto hacia la modernidad y un acto de guerra cultural. Los incendios de iglesias medievales eran ya parte del paisaje noticioso; la música, rápida, sucia y abrasiva, era solo la superficie de un movimiento que respiraba nihilismo, magia negra y paganismo.

En este escenario, Euronymous se erigía como arquitecto del terror, dueño de la tienda Helvete y del sello Deathlike Silence, siempre obsesionado con crear una estética de miedo y supremacía cultural. Varg Vikernes, en cambio, representaba el ala ideológica, un joven que veía en el Black Metal una herramienta para desatar una cruzada espiritual contra la modernidad y el cristianismo. El choque era inevitable.

 

El choque de dos visiones irreconciliables

Euronymous era el director de un teatro oscuro, discursos incendiarios, fotos posadas con cruces invertidas, un aura de manipulación. Varg era el creyente, el que no jugaba, el que quería que las llamas en las iglesias fueran más que titulares de prensa.

Lo que los unía —la música y el odio al cristianismo— se convirtió en la línea divisoria entre espectáculo y fanatismo. La noche del asesinato no fue solo un enfrentamiento personal, sino la colisión entre dos formas de entender el Black Metal, como máscara o como guerra.

 

El crimen como mito

La versión oficial cuenta que Varg apuñaló a Euronymous 23 veces tras una discusión personal. Pero más allá del número de heridas, no menos importante es lo que simboliza, un símbolo al estilo de Caín contra Abel, el hermano que mata al hermano dentro de la misma tribu.

Aquel crimen marcó la frontera entre lo humano y lo mítico. Desde entonces, el Black Metal dejó de ser simplemente música extrema, se transformó en un relato legendario. El cuchillo que terminó con Euronymous no solo acabó con una vida, sino que bautizó al género con sangre.

 

La prensa y el monstruo cultural

La prensa internacional no tardó en convertir la escena noruega en un circo satánico. Titulares sobre asesinatos, incendios y rituales hicieron que lo que antes era un puñado de jóvenes inadaptados se transformara, a ojos del mundo, en una secta peligrosa.

Ese relato mediático fue, en cierto modo, un segundo asesinato, el de la esencia íntima del Black Metal. Lo que era una revuelta cultural local fue absorbido por el sensacionalismo, multiplicando el mito pero deformando sus raíces.


La muerte de Euronymous puede leerse como un sacrificio involuntario, un mártir oscuro que encarnó la necesidad de sangre en todo movimiento nacido del caos.
¿Fue el Black Metal un egregor —una entidad creada por la energía colectiva— que exigió tributo? ¿O simplemente el reflejo de que la rebeldía absoluta siempre termina devorando a sus propios profetas?

Sea como sea, lo cierto es que ese crimen selló la narrativa del género, el Black Metal no sería jamás un estilo musical inofensivo. Su reputación quedó escrita con fuego y sangre.

 

Legado en las sombras

Mayhem sobrevivió, pero nunca volvió a ser lo mismo. Varg pasó de músico a prisionero, y luego a figura polémica que todavía divide opiniones. Y el Black Metal, lejos de morir, se volvió inmortal.

El asesinato que pudo destruirlo lo convirtió en mito. No fue un simple ajuste de cuentas, sino la marca indeleble que hizo del género una leyenda oscura.


El asesinato de Euronymous no debe recordarse como una anécdota morbosa, sino como el instante en que la oscuridad del Black Metal se volvió tangible, cuando la música se manchó con la sangre de sus propios creadores.

Más que un crimen, este hecho nos dice que cuando se juega con la destrucción como estandarte, tarde o temprano esa misma fuerza exige su sacrificio.

 

 

Lords of Chaos y la mirada de los protagonistas

La película Lords of Chaos (2018), dirigida por Jonas Åkerlund, adaptó el libro homónimo de Michael Moynihan y Didrik Søderlind, ofreciendo una recreación cinematográfica de los primeros años del Black Metal noruego y, especialmente, del asesinato de Euronymous. Con un estilo que mezcla dramatización intensa y esteticismo extremo, la película retrata la vida de Mayhem, la rivalidad entre Euronymous y Varg Vikernes, y la violencia que sacudió la escena a comienzos de los 90.

 

Opiniones de los miembros de Mayhem

Necrobutcher (Jørn Stubberud): criticó duramente la película, señalando que muchos eventos fueron exagerados o directamente inventados. Para él, la obra distorsiona la verdadera relación entre los miembros de la banda y trivializa el asesinato de Euronymous, presentándolo casi como un espectáculo cinematográfico.

Hellhammer (Jan Axel Blomberg): reconoció que la película tiene valor como introducción cultural, pero señaló que la mayoría de los detalles fueron dramatizados y que la esencia de la banda y del movimiento no se captura plenamente.

 

Opinión de Varg Vikernes

Varg, encarcelado por el asesinato de Euronymous, ha declarado en varias entrevistas que la película es “una completa falsedad”, y que representa un montaje mediático más que una narración fidedigna. Señala que muchos de los diálogos y escenas fueron inventados, y que la película intenta sensacionalizar hechos que ya habían sido tergiversados por los medios en los 90.



El contraste entre la visión de la película y las opiniones de los protagonistas revela una tensión constante, la historia del Black Metal, cuando entra en la cultura masiva, se convierte en mito mediático. Lords of Chaos funciona como puerta de entrada para quienes desconocen la escena, pero desde la perspectiva de quienes vivieron los hechos, es más ficción inspirada en la realidad que documental.

Para los lectores de La Vereda Oculta, esto enfatiza un patrón recurrente en la historia del Black Metal: el mito y la leyenda son casi tan poderosos como los hechos reales, y a veces los eclipsan, especialmente cuando la historia se cuenta fuera del círculo que la vivió.

 

Pero más allá de la proyección y popularidad del Black Metal hasta nuestros días, no podemos ignorar el hecho de que el detonante de todo fue la muerte de un joven  con apenas 25 años, quien llegó a creer que podía dominar a un monstruo que sigue vivo, pero que ya no lo vió crecer.

 

Imagen creada con Sora IA 

La Muerte de Euronymous y el Nacimiento del Mito en el Black Metal  La Muerte de Euronymous y el Nacimiento del Mito en el Black Metal Reviewed by Angel Paul C. on septiembre 27, 2025 Rating: 5

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