¿Convenio de Dulce?: Secretos Bajo la Meseta de Archuleta
La pequeña localidad de Dulce, en la frontera entre Nuevo México y Colorado, se ha convertido en un símbolo de misterio y especulación en la ufología contemporánea. Se dice que bajo la meseta de Archuleta existe una base subterránea compartida por militares estadounidenses y seres extraterrestres, donde se desarrollan experimentos genéticos y la creación de híbridos humano‑alienígenas. Este relato, aunque ampliamente difundido, se mueve entre testimonios directos, filtraciones dudosas y la fascinación pública por la idea de secretos gubernamentales inalcanzables.
El mito moderno de Dulce surge en la década de 1970, impulsado por figuras como el empresario Paul Bennewitz, quien afirmó haber interceptado señales no convencionales cerca de la Base Aérea Kirtland. Bennewitz sostenía que estas señales apuntaban a actividades subterráneas extrañas en Archuleta Mesa, incluyendo la presencia de seres no humanos. Documentos posteriores revelaron que Bennewitz fue objeto de operaciones de desinformación por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, lo que complicó la veracidad de sus afirmaciones pero fortaleció la narrativa pública sobre Dulce.
A finales de los años 80 y principios de los 90, Phil Schneider, ingeniero y geólogo que supuestamente trabajó en la construcción de túneles subterráneos en la región, relató enfrentamientos con seres no humanos y la existencia de instalaciones profundas para experimentación genética. Sus testimonios, aunque ampliamente cuestionados por falta de corroboración documental, añadieron detalles dramáticos que consolidaron la leyenda como niveles numerados, laboratorios con contenedores de líquido donde se incubaban híbridos y un enfrentamiento armado interno que resultó en víctimas humanas.
Además de esto, Schneider hizo algunas declaraciones sobre el futuro de la humanidad que resuenan en nuestros días desde la pasada pandemia y los acontecimientos mundiales de los últimos años.
En una de sus últimas afirmaciones dijo:
Los extraterrestres planean reducir un tercio de la población humana para el año 2029. Creía que el período previo a este evento comenzaría alrededor de 2029, involucrando una mezcla de eventos diseñados y una creciente inestabilidad global. Advirtió que esta agenda se estaba llevando a cabo en secreto y que el público en general estaba siendo deliberadamente mantenido en la ignorancia.
¿Suena familiar?...
La estructura y el propósito del supuesto acuerdo
Según los relatos más difundidos, la base de Dulce estaría organizada en múltiples niveles subterráneos, cada uno dedicado a un propósito específico, había laboratorios de investigación, salas de observación y zonas de contención para híbridos. El convenio habría estipulado que los seres extraterrestres recibirían autorización para experimentación limitada a cambio de tecnología avanzada, mientras los militares mantendrían control parcial sobre las operaciones y la información.
Aunque estas afirmaciones no cuentan con evidencia documental verificable, existen registros de operaciones militares y de construcción subterránea en Estados Unidos durante la Guerra Fría, lo que proporciona un contexto plausible para el desarrollo de instalaciones secretas. La mezcla de hechos históricos comprobables con testimonios extraordinarios ha contribuido a que la historia de Dulce sea percibida como un posible escenario de conspiración real.
Filtraciones, enfrentamientos y silenciamiento
El relato del Convenio de Dulce incluye episodios de violencia interna, donde fuerzas humanas y extraterrestres habrían entrado en conflicto, con la muerte de personal militar y daños en la infraestructura. Filtraciones y denuncias de supuestos trabajadores internos apuntan a que se produjo un esfuerzo deliberado por silenciar a testigos y controlar la narrativa sobre lo ocurrido. Este patrón coincide con la práctica conocida de contramedidas informativas y campañas de desinformación utilizadas por agencias de inteligencia en casos de alto secreto, aunque no constituye prueba directa de la existencia de la base o de los experimentos mencionados.
Análisis conspirativo
El Convenio de Dulce representa un ejemplo paradigmático de cómo las historias de conspiración se construyen sobre una mezcla de hechos verificables y narrativas extraordinarias. Los testimonios sobre la base subterránea reflejan temores legítimos, como la falta de transparencia en proyectos militares, la posibilidad de manipulación genética y la vulnerabilidad de la población frente a secretos de alto nivel. La persistencia del relato también evidencia la capacidad de la sociedad para crear símbolos que materializan la inquietud frente al poder y la tecnología.
Si bien no existe evidencia pública incontrovertible que confirme todos los detalles de la base de Dulce, la confluencia de denuncias, filtraciones y coincidencias históricas sugiere que el mito posee un núcleo verosímil, que puede ser interpretado como un escenario extremo de secretismo institucional y experimentación encubierta.
El Convenio de Dulce, más allá de su estatus factual, funciona como un espejo del miedo humano ante lo desconocido y la tecnología fuera de control. Las historias sobre experimentación y creación de híbridos muestran la tensión entre lo posible y lo verificable, y alertan sobre la necesidad de supervisión ética en la ciencia y la transparencia institucional. Mientras el misterio persista, Dulce seguirá siendo un punto de referencia obligado para la ufología, la cultura conspirativa y el estudio de la relación entre la humanidad y los secretos que habitan bajo la tierra.
Imagen creada con Sora IA
Reviewed by Angel Paul C.
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octubre 30, 2025
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