Misterios Prefabricados: De los Mercaderes de lo Oculto a los Embajadores del Fin del Mundo


Vivimos una época donde el misterio, lejos de apagarse, se recicla. Pero no se recicla en laboratorios de investigación o en las cátedras de filosofía hermética, se recicla en TikTok, en YouTube, en canales de Telegram que prometen revelar verdades ocultas y civilizaciones perdidas con el mismo rigor que un programa de concursos. Hoy, el misterio ha sido domesticado, empaquetado y convertido en mercancía. En ese nuevo mercado, algunas figuras han logrado consolidarse como referentes de una narrativa conspirativa que coquetea más con la ficción que con la investigación.

Esto no es una caza de brujas. Tampoco es una defensa de la ciencia oficial ni una cruzada contra quienes eligen ver el mundo con otros ojos. Es, simplemente, una exploración crítica sobre cómo se está mercantilizando el misterio. Porque si algo es completamente real, ya no es misterio. Y si se vende como verdad incuestionable sin el mínimo respeto por la duda, entonces deja de ser una búsqueda para convertirse en un dogma.

 

La Fábrica Digital del Misterio

Dentro de internet, especialmente en las redes sociales, se ha generado un ecosistema ideal para los nuevos profetas. No se necesita un doctorado, ni una trayectoria académica, ni siquiera una lógica consistente, basta con un celular, una historia imposible de verificar, música de fondo inquietante y un buen manejo del algoritmo.

Lo inquietante es que miles de personas, a veces millones, consumen y comparten ese contenido como si se tratara de revelaciones absolutas. El resultado, una narrativa de "verdades ocultas" que se multiplica como plaga digital.


Uno de los casos más recientes y virales es el de Carles Torá, mejor conocido como "Mr. Tartaria", un personaje que afirma haber estado en la Antártida, donde presenció una estructura colosal, una puerta gigante que se abre hacia otras dimensiones o mundos, desde donde emergen entidades no humanas. La historia incluye elementos ya clásicos en este tipo de relatos, expediciones secretas, silenciamiento por parte de agencias gubernamentales, tecnología ancestral y referencias a una civilización más adelantada que domina al mundo.

El problema no es la historia en sí —la imaginación es un motor legítimo—, sino el disfraz con el que se presenta. Se vende como un testimonio real, como una experiencia vivida, sin una sola prueba verificable, sin coordenadas, sin metadatos, sin contexto. Lo que antes habría sido una excelente ficción pulp ahora es promovido como revelación.


En otro caso, David Parcerisa lleva años desarrollando una narrativa sobre los anunnaki, el plan de manipulación genética de la humanidad y otras ideas similares. Con el tiempo, ha incorporado elementos del terraplanismo y teorías que rozan el gnosticismo místico. Su estilo es seductor, habla con seguridad, conecta puntos dispares con gran habilidad, y logra que sus seguidores sientan que acceden a un conocimiento que les fue negado. La fórmula funciona, libros, conferencias, membresías y monetización constante.

Pero aquí también hay una trampa. El misterio se convierte en ideología. Y cuando el misterio se vuelve dogma, deja de ser una aventura de exploración para convertirse en una jaula cognitiva.


 

Influencers del Apocalipsis

Lo que tienen en común estas figuras no es solo el contenido que divulgan, sino la forma en la que lo hacen, una puesta en escena que mezcla miedo, fascinación, indignación y esperanza. Los seguidores no solo consumen los videos, se sienten parte de una comunidad iluminada, despierta, que ha salido del "rebaño".

Esto genera un fenómeno sociológico preocupante, la creación de burbujas donde la disidencia es vista como traición, y cualquier intento de crítica como ataque del enemigo. Así se consolidan los nuevos cultos digitales.

Detrás de las puertas interdimensionales, los anunnakis y las ciudades tartáricas, lo que hay es un modelo de negocio. Un modelo basado en el engagement emocional, cuanto más radical, más viral. Se monetiza el asombro, el miedo, la esperanza y la paranoia. Se vende un espectáculo disfrazado de revelación.

La responsabilidad no está solo en quien lo emite, sino también en quien lo consume sin filtrar. Vivimos en un tiempo donde la educación crítica es más necesaria que nunca. Porque el verdadero misterio no teme a la duda. Y quien se ofende porque se le cuestiona, no busca verdad, busca seguidores.

 

JL y el Estilo Reflexivo

Frente a estos personajes, existe un enfoque distinto, como el de José Luis Camacho Espina, conocido como JL de Mundo Desconocido. Aun cuando sus temas son igualmente polémicos, como se espera dentro del mundo del misterio, su estilo es más sobrio, más filosófico. No pretende imponer verdades, sino abrir interrogantes. No convierte sus ideas en dogmas, sino en hipótesis. Esa diferencia, aunque sutil, es vital.


 

La Necesidad de un Nuevo Periodísmo del Misterio

El auge de estos influencers del apocalipsis demuestra que el hambre de misterio está más viva que nunca. Pero también demuestra que muchos prefieren ser entretenidos antes que informados. Por eso, se vuelve urgente recuperar un enfoque más ético, más investigativo, más responsable.

Hay lugar para el asombro, para la duda, para lo inexplicable. Pero no todo vale. No se puede llamar investigación a lo que es un show. No se puede hablar de verdad cuando se promueve ficción sin advertencias. Y no se puede hablar de conciencia cuando se manipula emocionalmente a miles de personas para generar ingresos.
 

El misterio es un espejo. Refleja tanto nuestra sed de sentido como nuestras sombras culturales. Es un terreno fértil para la exploración simbólica, filosófica y espiritual. Pero también puede ser un campo minado cuando se transforma en industria de la desinformación.

No se trata de negar lo desconocido, sino de abordarlo con respeto, con pensamiento crítico y con el valor de decir "no lo sé". Porque ese "no lo sé" es precisamente el corazón del misterio verdadero.

En tiempos donde todo se convierte en contenido y todos quieren ser gurús, es necesario volver a mirar con ojos de buscador, no de creyente. Y recordar que el misterio, cuando es real, no se grita, se susurra.


Imagen creada con Sora IA

Misterios Prefabricados: De los Mercaderes de lo Oculto a los Embajadores del Fin del Mundo Misterios Prefabricados: De los Mercaderes de lo Oculto a los Embajadores del Fin del Mundo Reviewed by Angel Paul C. on mayo 28, 2025 Rating: 5

Aviso

Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información