Bestiario Galáctico No.4: Los Annunaki
Registro Interno LVO BG‑004
Desde los albores de la historia escrita, los Anunnaki han sido citados como figuras de poder supremo en la antigua Mesopotamia. Sus nombres aparecen en tablillas de arcilla y textos religiosos como hijos de Anu, dios del cielo, mediadores entre el hombre y los dioses. Sin embargo, algunas interpretaciones modernas sugieren que estos relatos no eran meramente simbólicos, sino registros de encuentros con seres de otra naturaleza, que supervisaban el desarrollo de la humanidad.
Uno de los pasajes más inquietantes de los mitos mesopotámicos habla de la creación del hombre. Según el Enuma Elish y otros relatos, los Anunnaki decidieron formar al ser humano mezclando la arcilla de la tierra con la sangre de un dios sacrificado. El resultado fue un ser capaz de trabajar para los dioses, una especie diseñada para servir.
Aquí aparece la primera gran conexión con teorías modernas, la idea de que los Anunnaki manipularon genéticamente a una especie primitiva para convertirla en homo sapiens. Este concepto resuena con fuerza en las interpretaciones de autores contemporáneos como Zecharia Sitchin, quien popularizó la hipótesis de que estos seres provenían de un planeta llamado Nibiru y que su intervención directa dio origen a nuestra civilización.
Las civilizaciones sumerias y acadias les atribuyeron no solo la creación del hombre, sino la enseñanza de la agricultura, la astronomía y las leyes. Estas habilidades, según los textos antiguos, superaban con creces el conocimiento disponible de la época, lo que ha dado pie a interpretaciones modernas que los consideran visitantes estelares.
Teorías modernas y contacto con la humanidad
El concepto moderno de los Anunnaki como extraterrestres fue popularizado por Zecharia Sitchin, quien propuso que procedían de un planeta llamado Nibiru y visitaban la Tierra periódicamente. Según Sitchin, su objetivo era la extracción de recursos, en particular oro, y la creación de humanos como fuerza laboral para estas tareas.
Otros investigadores afirman recibir información de seres que se identifican como Anunnaki o descendientes de ellos, describiéndolos como guías con fines experimentales y supervisores de nuestra evolución cultural y tecnológica. No obstante, estos reportes son mucho más recientes y no cuentan con verificación empírica directa.
Descripción y jerarquía de la especie
Los Anunnaki son descritos como humanoides de gran estatura, aspecto majestuoso y porte aristocrático. Sus ojos, grandes y expresivos, sugieren una inteligencia avanzada y un control emocional superior. Su piel, clara o ligeramente dorada, y su vestimenta ceremonial reflejan tanto su estatus social como sus funciones específicas en la sociedad que supervisaban.
La jerarquía entre ellos era estricta, desde Anu como figura suprema, hasta otros dioses menores que supervisaban tareas concretas como la agricultura, la ley y la minería. Según Sumerios y Acadios, esta estructura jerárquica se replicaba en la organización de las ciudades humanas, lo que sugiere un modelo de influencia directa sobre la sociedad.
Actividad y propósito
La actividad principal de los Anunnaki, según los textos antiguos y las interpretaciones modernas (Zecharia Sitchin), se centra en tres frentes:
Creación y manipulación genética: Intervenciones en el desarrollo humano, con el objetivo de generar una fuerza laboral o “híbridos” adaptados a necesidades específicas.
Extracción de recursos: Principalmente oro, aunque algunas fuentes sugieren otros minerales y conocimientos astronómicos.
Supervisión y enseñanza: Introducción de técnicas de agricultura, leyes y astronomía, moldeando el desarrollo cultural y científico de la humanidad.
Su intención con los humanos ha sido interpretada como protectora y educativa, pero también autoritaria y experimental. Esta dualidad es el núcleo del misterio que los rodea hasta nuestros días.
Avistamientos y reportes modernos
A diferencia de los Zeta Reticulianos o los Reptilianos, los Anunnaki no son reportados en avistamientos directos contemporáneos. Su presencia se percibe más a través de:
Canalizaciones y testimonios de contactados esotéricos: Algunos describen visiones o comunicaciones telepáticas con estos seres.
Estudios de Sitchin y seguidores: Interpretaciones de textos sumerios que los identifican como visitantes de Nibiru. Aunque las traducciones de Sitchin no han sido muy aceptadas y se dice que han sido mal interpretadas.
Influencia simbólica y cultural: Su legado se percibe en linajes, símbolos y estructuras de poder que algunos relacionan con control y vigilancia global.
Aunque la evidencia directa es escasa, la persistencia del mito sugiere un impacto cultural y esotérico profundo.
Algunos grupos esotéricos modernos sostienen que los Anunnaki volverán. No como dioses de templos, sino como una especie de jueces de lo que hemos hecho con el legado que dejaron. Para unos, será un regreso de salvación; para otros, un juicio implacable.
La espera por ese retorno forma parte del magnetismo que tienen en el presente. Porque los Anunnaki, más allá de su origen real o ficticio, encarnan la posibilidad de que nunca hemos estado solos, de que nuestra historia no nos pertenece del todo.
Referencias
Kramer, A. N. D. History Begins at Sumer. University of Pennsylvania Press, 1981.
Sitchin, Zecharia. The 12th Planet. Avon Books, 1976.
Enuma Elish, traducción de L. W. King, 1902.
W. G. Lambert Ancient Mesopotamian Religion and Mythology. Routledge, 2019.
Testimonios y canalizaciones compiladas en la comunidad esotérica contemporánea (acceso público en revistas de ufología y conferencias especializadas).
Imagen creada con Sora IA
