Bestiario Galáctico No.6: Los Sirianos

Registro Interno LVO BG-006

 

Origen estelar: Sistema Sirio (Sirius A / Sirius B — referencias míticas y astronómicas).
Primera mención histórica significativa: Tradiciones antiguas (Egipto: Sothis / Sirius) y relatos etnográficos como los Dogon.

Descripción general: Humanos altos o humanoides con rasgos variados según tradiciones y contactados; asociados a conocimientos astronómicos, tecnológicos y a funciones culturales de guardián/maestro. Aunque los dogones mencionan seres primordiales anfibios con apariencia no precisamente humanoide.

Actividad principal (según testimonios): Transmisión de saberes, intervención cultural en la antigüedad, y en el relato moderno, tutelaje o alianza con pueblos humanos.
 

Intención atribuida: Protector/mentor en algunas fuentes; intervencionista o mediador en otras.
 

 

La estrella que iluminó civilizaciones

Sirius —la estrella más brillante del cielo nocturno— ha sido desde tiempos antiguos un marcador del tiempo, un símbolo de fertilidad y un faro mitológico. En Egipto era Sothis, cuya aparición heliacal anunciaba la crecida del Nilo y la renovación anual. Ese lazo profundo entre un cuerpo celeste y la vida en la Tierra fertilizó, con el paso de los siglos, narrativas que conectan a la estrella con “seres que vinieron del cielo” y enseñaron a los hombres. Esa conexión simbólica y práctica coloca a los Sirianos en una posición singular dentro del Bestiario, son, a la vez, astrónomos culturales y protagonistas de leyendas que atraviesan lo ancestral y lo moderno. 


 

De la astronomía a la leyenda: ¿qué es Sirius?

Sirius es, en términos astronómicos, un sistema estelar (la conocida Sirius A con su compañera blanca, Sirius B) cuyo brillo y periodicidad han llamado la atención de observadores desde la antigüedad. Los registros históricos muestran que culturas como la egipcia lo utilizaron como referencia calendárica debido a su retorno anual próximo al ciclo agrícola. Esa realidad física —una estrella que “vuelve” con precisión aparente— alimentó la creencia de que sus visitantes regresan en ciclos o que la estrella misma está asociada a agentes que regulan la vida humana. 

El caso Dogón: datos etnográficos y polémica

Una de las piezas que impulsaron la idea de una relación ancestral entre humanos y Sirianos fue el estudio sobre las creencias del pueblo Dogón (Mali), donde se registró una cosmogonía compleja que, según algunas lecturas, contiene referencias a Sirius y a una compañera estelar oscura. Las afirmaciones de Marcel Griaule y Germaine Dieterlen sobre el saber dogón generaron fascinación, pero también críticas académicas posteriores que cuestionaron la metodología y la posible contaminación colonial del registro. Investigaciones de campo reevaluaron las conclusiones iniciales y señalaron que la historia es más complicada y menos tajante de lo que popularmente se vendió. En síntesis, la relación Dogon-Sirius es real como dato cultural, pero su interpretación como “prueba de contacto siriano” es discutida y no unánime. 

Sirios en la reinterpretación moderna: de Sothis a la ufología

Autores de la corriente de “antiguos astronautas” y divulgadores modernos intersectaron la importancia de Sirius en culturas antiguas con la hipótesis de visitantes procedentes de ese sistema. Robert Temple, por ejemplo, puso en primer plano la posibilidad de que tradiciones africanas conservaran memoria de contacto estelar; su obra despertó interés y polémica y fue objeto tanto de defensores como de académicos críticos. La conclusión práctica para nuestro dossier es la siguiente: el peso cultural de Sirius está demostrado; la lectura que lo conecta con una civilización siriana extraterrestre es plausible como hipótesis narrativa, pero no probada científicamente y sujeta a debate académico. 

Apariencia y variedad en los reportes modernos

Las descripciones de “Sirianos” cambian según la fuente —lo que en sí es un dato relevante para el análisis— y suelen agruparse en dos grandes tendencias, en la tradición esotérica y entre ciertos contactados se les presenta como humanoides de rasgos finos, tez clara o ligeramente dorada, porte sereno y mirada profunda; en corrientes más místicas se les atribuyen capacidades de curación y enseñanza espiritual. Otros relatos contemporáneos describen miembros de Sirius con apariencia más exótica o energética —formas de luz, presencias multidimensionales— lo que sugiere que el término “Siriano” funciona más como etiqueta cultural que como descripción biológica sistemática. Es decir, los Sirianos son a menudo lo que los contactados necesitan que sean —maestros, guías o ancestros estelares— y esa flexibilidad debe entenderse como parte del fenómeno. 

 

 

Contactos, testimonios y fuentes modernas

La mención de “Sirianos” aparece con frecuencia en narrativas ocultistas y en ciertos contactados del siglo XX y XXI. Algunas figuras históricas o esotéricas han relacionado a Sirius con enseñanzas espirituales (por ejemplo, las lecturas psíquicas de Edgar Cayce hicieron referencias simbólicas que fueron reinterpretadas por seguidores como vínculos sirianos). En la ufología contemporánea, varios autores y contactados (relatos compilados en la literatura New Age y de exopolítica) presentan a los Sirianos como aliados de civilizaciones que velan por la Tierra. Conviene subrayar que la documentabilidad empírica de estos contactos es débil y depende en muchos casos de testimonios personales o canalizaciones; aun así, la recurrencia del motivo añade peso cultural al modelo. 

¿Qué reclaman haber enseñado los Sirianos?

En los relatos que los presentan como maestros se les atribuyen aportes de tipo civilizatorio, conocimientos de astronomía, arquitectura, símbolos culturales y enseñanzas espirituales orientadas al equilibrio y al desarrollo de la conciencia. En muchos casos, esa transmisión no aparece como imposición tecnológica sino como guía, códigos éticos, prácticas de armonización y advertencias sobre caminos destructivos. Es importante leer estas afirmaciones con cautela, ya que forman parte del corpus testimonial y simbólico, no de evidencia verificable.

 

Sirianos y conexiones históricas — entre arqueología y mito

Existen dos caminos principales que suelen cruzarse en los trabajos que analizan la hipótesis siriana, el primero es la constatación de que Sirius ocupó un lugar central en calendarios y mitologías (dato verificado arqueo-astronómicamente); el segundo es la interpretación de que ese ejemplo de centralidad fue la base para relatos de contacto. La arqueología confirma la relevancia simbólica de Sirius (por ejemplo, en el calendario egipcio y el ciclo sótico), pero la lectura de esa relevancia como “huella de una presencia siriana” exige saltos interpretativos que no se sostienen sin más pruebas. Los Sirianos, por tanto, permanecen como un nodo simbólico robusto y una hipótesis exopolítica atractiva pero no certificada. 

Patrón contemporáneo: declaraciones, redes y reinterpretaciones

Hoy los Sirianos circulan principalmente en foros de exopolítica, libros de contactados y comunidades espirituales. La etiqueta “Siriano” funciona allí como un marcador de autoridad y origen, invocar a Sirio conecta de manera inmediata con la idea de antigüedad, poder estelar y conocimiento ancestral. Estas comunidades suelen articular relatos que mezclan tradiciones (Egipto, Dogón) con experiencias personales o canalizaciones, y por eso el fenómeno es tanto cultural como testimonial. Para el lector crítico, el ejercicio correcto es distinguir entre el valor simbólico y la evidencia empírica, ambos existen, pero no son sinónimos. 


La estrella que marca las estaciones y promete retorno es, por definición, un emblema poderoso para cualquier cultura dependiente del ciclo anual. Asociarla a seres tutores cumple funciones psicológicas claras, ofrece un origen externo para saberes cruciales, explica discontinuidades históricas, y proporciona un relato de esperanza o advertencia. En ese sentido, los Sirianos son como los “bibliotecarios” del Bestiario Galáctico portadores de archivos culturales que la humanidad reinterpreta según sus necesidades. Reconocer esa dinámica es clave para entender por qué el símbolo resistió y se adaptó hasta nuestros días.

 

 

Entre mito y posibilidad

Los Sirianos son, ante todo, una figura puente, ya que se apoyan en datos reales (la importancia astronómica y cultural de Sirius) y en relatos contemporáneos que amplifican esa posición hacia la hipótesis de contactos. Para La Vereda Oculta, la ruta sensata es mantener la doble mirada, apreciar la potencia simbólica de la tradición siriana y al mismo tiempo exigir rigor en la interpretación. Las fuentes culturales que hablan de Sirius sostienen la relevancia histórica; las afirmaciones modernas sobre Sirios o Sirianos como raza extraterrestre pertenecen al ámbito testimonial y especulativo. Esa distinción no empobrece la historia, la enriquece al situarla en su justa dimensión entre lo documentado y lo narrativo.

 

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